viernes, 23 de noviembre de 2018

EL ZORRITO Y EL LOBO (3)


—¡Le pegué en una pata!... ¡Venga usted, amigo lobo! —dijo el zorro, y echó a correr como un venado.
Habrían corrido cosa de media legua cuando toparon con un buey que andaba paciendo por allí.
—Buen buey, ¿no ha visto usted por aquí un gran mosquito?
Dijo el buey:
—¡Cómo no iba a verlo!... ¡Y no solamente lo vi, sino que lo oí gritar que le habían dado un tiro en una mano y se la habían roto! Entiendo que esto ocurrió en el momento en que oí zumbar
una bala.
Cuando escuchó esto el lobo se asustó y, espantado, sacando tamaños ojos, veía al zorro y le dijo:
—Ahora vámonos por donde habíamos dicho.
Contestó el zorro:
—¿Y a qué vamos a ir tan lejos? Quedémonos aquí. ¡Mira, se ha parado sobre ti un mosquito!... ¡Espera, voy a tirarle!...
Luego que le apunta echa a correr y deteniéndose a alguna distancia, le dice al zorro, todo tembloroso:
— Lo dicho, dicho. No te muevas, espera, ¡que no vaya a escaparse el tiro de la escopeta!
Entonces se le ocurrió al lobo decirle al zorro, para quitárselo de encima:
—Ahora me acuerdo de que dejé mi ración de carne en la casa y me olvidé cerrar la puerta.
Eso le dijo cuando vio que el zorro le apuntaba. Le dijo el lobo:
—Espérame, ya vengo.
Y se escapó corriendo a encerrarse en su casa y ya no volvió a salir ni a meterse con los demás animales por temor de que lo matasen.

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